jueves, 3 de abril de 2014

Empezamos nueva temporada

Al fin he empezado a leer uno de los motivos que me han traido hasta aquí, el diario de Michel Viuechange. Este joven se obsesionó con la ciudad de Smara, fundada por el jeque Ma' el Ainin e intentó por todos los medios llegar hasta ella. Smara está situada en el Sáhara Occidental, a la altura del Aaiún, varios kilómetros hacia el desierto. Se trata de la primera ciudad que existió en esa zona, en el momento en el que Michel intentó llegar a ella a penas era una pequeña fortaleza rodeada de miles de jaimas.

Michel Vieuchange murió de disentería poco después de poder ver, durante unas horas, la ciudad. Sabemos el final de la historia desde el principio pero eso no le quita magia al relato. intentaré entrelazar lo que vaya leyendo con mis vivencias por aquí, a ver que sale. Hoy le toca el turno al prólogo, se trata de una parte muy emotiva. El hermano de Michel, Jean, estuvo durante todo el viaje en la zona de Marruecos que recientemente había conquistado el ejército francés. Él velaría en caso de que ocurriera alguna desgracia, desde alguna enfermedad a un muy posible secuestro. Finalmente fue la disentería la que se llevó al viajero cuando solo tenía 26 años. Jean Vieuchange decidió publicar su diario de viaje, aquí he traducido el inicio del prólogo:

"Durante la noche del 10-11 de septiembre de 1930, mi hermano Michel y yo llegamos en coche al Ued Massa, unas 20 millas al norte de Tiznit, al sur de Marruecos. Allí habíamos concertado una cita con unos guías nativos, con quienes mi hermano -disfrazado de mujer bereber- intentó penetrar en las tierras de las tribus disidentes. Hoy, mientras escribo esta introducción, vivo ese momento otra vez, un momento cuya intensidad no fue de felicidad ni de tristeza, sino por lo rápido que pasó. La acción era inminente. Mi hermano, deshaciéndose de su ropa europea, se puso una tela blanca y colgó un grueso velo alrededor de su cara, un velo casi opaco, cuyo efecto conseguía esconder su voz. Todavía puedo verlo, poniéndose esos anillos de plata baratos en sus dedos y colocandose alrededor del cuello los colgantes que terminarían de disfrazarlo. Después, tras un corto adiós, se fue solo al sur, seguido de sus guías. Michell estaba dando el primer paso en la peligrosa misión que habíamos estado planeando y madurando juntos: viajar entre las belicosas e independientes tribus del anti-Atlas y del Rio de Oro e intentar llegar a Smara, la ciudad de Ma' el Ainin, la cual, hasta hoy, guarda su misterio. A lo largo de dos meses, mi hermano, europeo y solo, ignorante tanto del árabe como del bereber, viajó entre esas fanáticas tribus celosas de su independencia y lo hizo tanto a camello como a pie a través de una región desértica que cubre más de 900 millas; pero, en su viaje de vuelta, algunos días antes de llegar a la zona francesa, fue alcanzado por la disentería, muriendo en Agadir el 30 de noviembre de 1930."

Así empieza el libro. Bien, ya no estamos en 1930, este viaje no va a ser tan peligroso. Por ahora voy a estar unas 4 semanas en Tetuan estudiando árabe, después tendré unos 10 días para llegar a Smara y volver para cojer el avión. Escribo esto desde mi habitación un día lluvioso de descanso. Seguiremos informando.

1 comentario:

Roberkhan dijo...

Keep it comin'

Pero cuidado con la disentería y prohibido disfrazarse de mujer, por lo de no tocarle las narices a nadie. ¡Abrazotes!